Lo que no se mide ni se controla ni se mejora

La premisa es bastante clara y es más que evidente. Un antiguo jefe me dijo que los números eran fríos, pero nos cuantificaban resultados.

La imposibilidad de gestionar lo que no tiene medida parte de un razonamiento básico:

  • Si queremos controlar algo, tenemos que medirlo. 
  • Para que medir tenga sentido, debe hacerse con un propósito concreto. Por lo general, mejorar nuestros resultados.
  • Para que la medición cumpla con su propósito, debe haber una comparación. Con una meta o marca objetivo, con un momento (cuándo ha de lograrse una mejora), o con otro (referente, modelo o testigo).
  • No basta con registrar el logro o no de la meta; interesa el alcance de la mejora y el análisis de las desviaciones. (Jose Gregorio Aldana)

Esto podemos aplicarlo a todas o casi todas las facetas de la vida. Pero simplemente quiero centrarme en una de ellas ya que parece que es una preocupación dominante en el ámbito del entrenamiento y mejora del aspecto físico. Me refiero al peso corporal.

Una preocupación obsesiva es el control de los kilos: si estoy perdiendo el suficiente, o si estoy perdiendo poco, o si quiero subir más. Normalmente no tenemos un control del mismo y a veces se crean patrones erroneos. Uno de ellos, por ejemplo, es pesarse a diario. O incluso peor, pesarse varias veces al día, e incluso antes y después del entrenamiento. Eso no tiene sentido alguno.

El peso corporal puede oscilar por diferentes factores: si he comido más o menos, si he ingerido más o menos líquido, si me encuentro en pleno ciclo menstrual, si he terminado de entrenar con una sudada de espanto…. Ya sabemos que el control del peso no nos indica un estado físico realmente certero, pero sí que es un baremo con el que evaluar.

Según el ACSM, la pérdida de peso debe mantenerse entre 0.5 kg y 1 kg a la semana. Por encima de estos valores se estima que la pérdida de masa muscular es mayor.

¿Qué pautas tenemos que seguir para el control del peso corporal?

Simplemente hay que seguir estos pequeños consejos:

1. Utiliza siempre la misma báscula.

2. Hazlo siempre en las mismas condiciones. A ser posible por la mañana, en ayunas, sin ropa y habiendo realizado las necesidades fisiológicas.

3. Pésate cuando tu rutina esté mas estabilizada. Es decir, evita pesarte en fines de semana o lunes. Si tu semana es rutinaria, el jueves o el viernes pueden ser buena opción.

4. Si eres mujer controla en qué momento del ciclo menstrual te encuentras.

5. Añade otras medidas corporales como pueden ser, cintura, cadera, muslos, brazos y contorno torácico.

6. Lleva un control de las medidas realizadas.

7. Busca el consejo de un profesional.

Espero haberte ayudado a llevar un mejor control de tu peso corporal con estas recomendaciones. Y además, te dejo gratis una pequeña plantilla para hacértelo aún más sencillo.

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Fuentes

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FEMEDE

Corrección: Sonia Úbeda 

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